jueves, 31 de marzo de 2016

Hacia la educomunicación a partir de una experiencia radial



Luis Pincheira Muñoz[1]
Profesor de Educación Diferencial y Magíster en Educación, Mención Escuela y Comunidad. Doctor (c) en Educación.
Docente del Programa de Segunda Titulación en Educación Diferencial (UAHC).



“Si tú trabajas con un grupo metido en el silencio hay que encontrar el camino para que ellos rompan ese silencio”
Paulo Freire.


1. Introducción:

El hecho educativo es, esencialmente, un hecho comunicativo. Bajo esta noción resulta hoy impensable hablar de educación y comunicación como procesos distintos. Al contrario, se acepta crecientemente que el proceso de comunicación es un componente pedagógico mayor e ineludible del aprendizaje.

Así, educación para la comunicación es establecer una relación EMIREC (EMISOR-RECEPTOR), de tal forma que se alcance un aprendizaje colaborativo y una comunicación efectiva. Ésta última, entendida como una interacción entre todas las partes del proceso comunicativo que conlleva a una retroalimentación constante en la producción del conocimiento.

Bajo estas premisas, se desarrolla en el mundo de la educación formal y de la no formal un conjunto de experiencias innovadoras que buscan mejorar la calidad educativa y conectar de mejor modo educación y sociedad. Una de estas innovaciones educativas es la experiencia de Educomunicación que se realiza en la Radio Comunitaria y ciudadana Primera 107.3, en la Comuna de Independencia, originada en la idea de la construcción del conocimiento a través de la interacción de unos con otros, desde la modalidad no formal.

Los conceptos educación y comunicación, durante décadas, han avanzado por caminos distintos, a pesar de no ser antagónicos. En estas últimas décadas, educadores y comunicadores han acuñado el término Educomunicar. Kaplún (1992), denominó estos dos concepto educación y comunicación, como “Educomunicación”, pertinente al mundo de hoy, en contraposición al concepto de “Edu-entretenimiento” que tratan de imponer los medios de comunicación masivos comerciales. Ambos conceptos no son procesos que se realizan de manera separada sino que están relacionados, pues, el proceso educativo es un proceso de comunicación, en cuanto de la eficacia de esta última dependen los resultados del primero.


Desde un punto de vista pedagógico, es imprescindible recuperar el valor semántico de “educar” y “comunicar” dado que ambos han sido distorsionados por el uso cotidiano e instrumental de la racionalidad educativa. Aunque las raíces de educar provienen del latín “educere” y “educare”, el primero significa sacar lo que está adentro del ser humano, para prepararlo como ser social. Por su parte, “comunicación” viene del término communio  que significa compartir, poner en común, participar, lo que hace que la comunicación sea  algo muy diferente al concepto de información, y muy próxima al verdadero sentido de la educación.

En este contexto, distintos autores (Martín-Barbero, 2001; De Oliveira, 2000; Valderrama, 2000; Huergo, 2000) argumentan la necesidad de estudiar ambos procesos de manera conjunta. La propia UNESCO acepta, desde 1979, el término Educomunicación, cuyo recorrido fue rápido en América, en relación a la Educación Popular.


En esta misma sensibilidad pedagógica, Freire (1973) manifiesta que: “La comunicación es un complemento directo de la educación, proceso de aprendizaje que dura toda la vida. Al igual que la educación, la comunicación es un acto creador, cognoscitivo y político, dirigido al cambio social”, sumando más argumentos para preocuparnos de este tema.


2. ¿Qué es la Educomunicación?

La educomunicación, como hemos sugerido, se entiende en un contexto de cambio cultural, dialógico, dialéctico e interactivo, entre el comunicador/educador y el receptor, un encuentro formativo en que se enseña y aprende al mismo tiempo, pues, son alternativamente emisor y receptor, tratándose de una relación recíproca e intersubjetiva..

Habermas, en su Teoría de la Acción Comunicativa, se refiere a la interacción de dos sujetos capaces de lenguaje y acción (a través de medios verbales o extraverbales) que entablan una relación interpersonal (Vargas y Mendoza, 2006). Esto permite reconocer las dimensiones sociales y modificadoras de la comunicación.


Por su parte, Mata (2010) define el concepto de Educomunicación como una educación con/para/en la comunicación, mostrando la multidimensionalidad y complejidad del fenómeno educomunicativo. Así, educación con la comunicación consiste en educarse aprendiendo a leer de forma crítica los mensajes que nos transmiten los medios de comunicación, usando los medios disponibles para su análisis. Por otro lado, educación en la comunicación es entendida como un aspecto de la Tecnología Educativa, es decir, usar los medios de comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Y, educación para la comunicación alude al esfuerzo de establecer una relación EMIREC (EMISOR-RECEPTOR), entendida como una interacción entre todas las partes del proceso comunicativo.

Kaplún (1992) manifiesta que se aprende al “comunicar”, develando que “conocer es comunicar” y que, de este modo, potenciamos el tránsito “del educando oyente al educando hablante”: Se puede afirmar, en consecuencia, que “educarse es involucrarse y participar en un proceso de múltiples interacciones comunicativas”.

Mario Kaplún desarrolló experiencias de casette-foro, primero en Uruguay y, luego, en Venezuela, donde trató “no sólo de ampliar audiencias para mensajes críticos, sino de potenciar emisores capaces de intervenir en procesos de comunicación desde la base, buscando generar interlocutores más que meros locutores, promoviendo el uso de la tecla record, no sólo de la tecla play de los grabadores de casette que se habían popularizado en aquella época”, Gabriel (2006).


En suma, la educomunicación constituye un campo de acción, innovación e indagación potente y relativamente disponible para los educadores críticos que buscan aportar a los procesos de liberación y de formación ciudadana que exige la sociedad actual.

             
3. Radio Comunitaria y ciudadana como medio de viabilizar la experiencia de Educomunicación

La experiencia de Educomunicación chilena señalada, comienza en marzo de 2011 en Radio Comunitaria y Ciudadana Primera 107.3, de la Comuna de Independencia, en Santiago de Chile.

De acuerdo a lo que señala Matta, en su definición, esta experiencia se ubica en la categoría de Educación para la Comunicación, pues, pretende establecer una relación entre Emisor y Receptor para desarrollar aprendizajes colaborativos y comunicación efectiva en la producción de conocimientos, a través de un espacio radial de carácter semanal con un profesional invitado.


Lo significativo de la experiencia es la participación del auditor a través del contacto telefónico, que opina, aclara dudas y contribuye con su aporte a nuevos conocimientos en relación al tema semanal. Este espacio de Educomunicación,  que lleva más de dos años en la Radio Primera, se estructura en dos grandes pilares:

a) Temas Educativos de carácter Específicos, que pretenden acompañar procesos de aprendizaje, para que el auditor/a pregunte, participe, junto al profesional invitado, que aclare dudas para apoyar a su hijo/a en el ámbito escolar. En esta opción las temáticas desarrolladas han sido las siguientes:

·         Aprendizaje de la Matemáticas y resultados negativos en el nivel Pre Básico y Básico. 
·         Estimulación del Lenguaje en las Etapas Pre Escolar.
·         Desarrollar habilidades de Comprensión Lectora en la Enseñanza Básica.
·         Problemas de Lenguaje y su Impacto posterior en la Etapa Escolar.

b) Temas Educativos de carácter Transversal, cuyo objetivo es lograr que el auditor/a participe en forma dialógica, que exprese críticamente su adhesión o disenso en relación al tema abordado por el profesional  invitado, que opine a través de la vía  telefónica. Los temas abordados han sido los siguientes:

·         Diversidad en el contexto educativo.
·         Formación de nuevas generaciones del profesorado en las Universidades e Institutos Profesionales y sus implicancias en el ámbito educativo.
·         Educación en Valores,
·         Educación para la Paz y la Convivencia.
·         Segregación Educativa en el Sistema Educativo en Chile.
·         Educación Popular y sus desafíos en el siglo XXI.
·         Emocionalidad en el aula como base para el logro de aprendizajes significativos.


La Radio Comunitaria y Ciudadana, en esta matriz, cumple un valor educativo y político destacado a partir de potenciar la riqueza reflexiva de los oyentes/ciudadanos y la participación significativa de ellos en la comunidad. Por ello, al parecer, en estos últimos años se han multiplicado experiencias de este tipo en Chile, en las grandes ciudades, a pesar de todos los inconvenientes jurídicos y administrativos de la actual ley vigente. Recordemos que Camacho (2001) manifiesta que el factor común de la Radio Comunitaria y Ciudadana es la información como elemento básico para crear opinión y participar “con voz y voto” en la toma de decisiones que afecta a la gente en su propio desarrollo, junto con motivar a la comunidad a participar de estos proyectos comunicacionales, permitiendo hacer valer su rol de ciudadano. En definitiva, dice Camacho, el auditor llega a sentir como propio el medio de comunicación, medio que le permite expresar libremente su opinión y manifestar requerimientos y necesidades.

Según este autor, en los últimos años ha surgido el nombre de “radio popular” para clasificar a esta emisora que se convierte en espacio de participación ciudadana donde se expresa toda voz, se defiende la diversidad de idioma, cultura, derecho a ser y pensar, diferencia de gusto, aspiración de distinto, imperativo para la democracia. Para Camacho, este medio de comunicación social ha ganado un espacio importante en nuestro país, de acuerdo a la definición del autor Jorge Merino, la emisora popular: “Es aquella que ha optado por trabajar cerca y a favor de la gran mayoría desposeída e implementa una comunicación horizontal participativa, frente a la radiodifusión comercial de corte vertical, autoritaria y alienante”.


Se refuerza, entonces, la dimensión emancipadora y socio-crítica de la educomunicación a través de experiencias de radio de tipo comunitaria y ciudadana.


4. Reflexiones finales

La experiencia radial reseñada busca crear y alimentar una relación pedagógica que se convierte en una situación de aprendizaje compartido, creando condiciones para que exista una comunicación cuyo principal objetivo es desarrollar pensamiento crítico en un tema educativo a compartir.

El avance en la era del conocimiento e información en que se vive supone -desde un paradigma de Educomunicación- entrar en relación y permanecer vinculados, integrados, lo que es un desafío constante para quienes -a través de la educación y comunicación- aspiran a fomentar relaciones activas y creativas.


Hoy, los educadores y comunicadores tienen un desafío, el de crear espacios educativos no formales en las redes sociales a través de experiencias prácticas para vivenciar una cultura Educomunicativa. La realidad actual en el ámbito educativo, de hombres y mujeres de todos los sectores sociales, es que se niegan a seguir siendo receptores pasivos y ejecutores de órdenes, sienten la necesidad y exigen el derecho de participar, de ser actor, protagonista, en la construcción de la nueva sociedad auténticamente democrática y, aquí,  la radio comunitaria constituye un espacio privilegiado de transformación como  instrumento público.

Comienza a abrirse paso una nueva sensibilidad en la comunidad, hacia una comunicación de base comunitaria, en que los sectores populares no quieren seguir siendo meros oyentes; quieren hablar y ser escuchados, quieren ser interlocutores. Ante esto, el verdadero educador –especialmente, el educador de mirada crítica- debe romper cadenas y silencios en la construcción de espacios ciudadanos para que juntos se pueda desarrollar el espacio social que hace posible una verdadera democracia.  



Referencias

  1. Camacho, C. (2001). Las radios populares en la construcción de Ciudadanía. Enseñanza de la experiencia de ERBOL en Bolivia. La Paz, Bolivia; Universidad Andina Simón Bolívar.

  1. De Oliveira, I. (2000). “La Comunicación Educación como nuevo campo del conocimiento y el perfil de su profesional” en Comunicación Educación, coordenadas abordajes, travesías. Bogotá, Universidad Central, pp. 27- 48.

  1. Freire, P. (1973). ¿Extensión o comunicación? la concientización en el medio rural. Siglo Veintiuno editores. México.

  1. Huergo, J. (2000). “Comunicación y Educación: Itinerarios Transversales", en Comunicación-Educación, coordenadas abordajes, travesías, Universidad Central, Bogotá, pp. 3-25.

  1. Kaplún, M. (1992). A la Educación por la Comunicación: la práctica de la comunicación educativa. UNESCO, OREALC, Santiago de Chile.

  1. Kaplún, G. (2006). “Kaplún, intelectual orgánico. Memoria afectiva”. En Marquez do Melo Jose et. Al. (orgs).  Educomedia. Alavanca da Cidadania. O legado utópico de Mario Kaplún. Sao Paulo-Cátedra UNESCO/UMESP.

  1. Mata, J. (2010). Didáctica de la Educomunicación. Consultado el 20 de mayo de 2010 de http://didcticadelaeducom.wordpress.com/educomunicacion/.

  1. Vargas - Mendoza, J. (2006). Teoría de la Acción Comunicativa: Jürgen Habermas. México: Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C. En http://www.conductitlan.net/jurgen_Habermas.ppt.





[1] Una versión de este trabajo apareció previamente en: Revista Co.Incidir, Nº 5, Julio de 2014. En: http://www.altaalegremia.com.ar/Archivos-Website/Co%20Incidir_5.pdf



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