Andrea Haberle Gutmann
Psicopedagoga y Magister en Potenciación de
Aprendizajes
La lectura es una
herramienta primordial para los seres humanos, ya que a través de ésta se van
ampliando y adquiriendo conocimiento más acabado del mundo, la cual no se
limita solo a los primeros años de escolaridad, sino que es un proceso gradual
y continuo, ya que no es solo decodificar el texto, si no es comprenderlo,
analizarlo, sintetizarlo, extraer ideas principales, etc.
Para Madruga, 2006
(citado en Heit, 2012) es un error reducir el acto de leer a la mera
decodificación de las letras y de las palabras, olvidando que la comprensión,
la construcción de significado, es el fin natural del acto de leer. Al igual
que Burón (1997), quien señaló que la
comprensión es el fin último de la lectura, leemos para entender o comprender
lo que está escrito, además la comprensión es la base fundamental del
aprendizaje y rendimiento escolar (citado en Velandia, 2010).
Paralelamente, Gutiérrez
(2005) ha señalado señaló que la lectura se constituye, hoy mejor que nunca, en
la llave de acceso a la sociedad del conocimiento, en virtud de que a través de
ella conocemos, analizamos, sintetizamos, comprendemos, aplicamos, reconstruimos
y construimos los saberes de la humanidad. Por lo tanto, la comprensión lectora
es una habilidad transversal necesaria para el desarrollo de la persona en el
ámbito académico, social, laboral, familiar, etc. Si la comprensión es un pilar
fundamental para la sociedad y el desarrollo del individuo, es relevante saber
¿qué es comprender?
Comprender es un
proceso cognitivo de alto nivel ya que requiere de la participación de los
sistemas de memoria y de atención, así como de los procesos de decodificación y
percepción y de operaciones inferenciales basadas en los conocimientos previos
y en los factores contextuales (Cerchiaro, Paba & Sánchez, 2011). Por lo
tanto, la lectura se considera como un 0proceso interactivo de construcción de
sentido en el que participan componentes cognitivos y metacognitivos
(Cerchiaro, Paba & Sánchez, 2011). Esto quiere decir que comprender es un
proceso a través del cual el lector construye un significado en interacción con
el texto y el contexto. Por lo cual la comprensión que obtiene una persona es
producto de los conocimientos previos y de estrategias que utiliza, como
también de las características del texto.
Esto es reafirmado
por Winddowson, 1984 (citado en López & Arciniega, 2004) quien señaló que
la lectura no es una mera decodificación sino un acto comunicativo que
involucra la interacción entre los esquemas del lector y el texto en la
búsqueda y construcción del significado. Aquí se evidencia que la lectura no es
un acto pasivo, sino activo y flexible de uso de estrategias, donde interactúa
el texto, el lector y el contexto para interpretar y comprender lo leído. Aquí
se requiere dominar habilidades de identificación de la palabra escrita, como
así también habilidades semánticas necesarias para la representación del
significado (Heit, 2012). El significado puede ser extraído de textos
explícitos, relaciones implícitas, del conocimiento de base que tiene el lector
y de sus experiencias (Velandia, 2010).
Esto es reafirmado
por García Madruga, 2006 (citado en Heit, 2012) quien señala que hay dos
requisitos básicos para la comprensión lectora, en primer lugar, adquirir y
dominar las habilidades de reconocimiento y decodificación de las palabras y,
en segundo lugar, adquirir habilidades de búsqueda y construcción de
significado, utilizando estrategias con un adecuado control metacognitivo.
Calero, 2011 (citado en Gutiérrez, 2016) también señaló que
la comprensión es un proceso complejo donde el lector participa de manera
activa poniendo en juego una serie de estrategias y conocimientos que le
permiten interactuar con el texto, creando un modelo mental a través de un
proceso de construcción de hipótesis. Esto quiere decir que la comprensión es un
proceso de transacción del lector con el texto, lo que demanda de un lector
dialógico, que interactúa con el texto, poniéndose en diálogo con el autor,
formulando preguntas, hipótesis, haciendo inferencias, adoptando un
planteamiento crítico, etc. Lo anteriormente expuesto reafirma que la
comprensión lectora es un proceso de construcción de significado donde interactúa
de forma activa, dinámica y flexible el lector, texto y contexto.
En definitiva, comprender
no se reduce a la decodificación de palabras si no a la habilidad de
interpretar y extraer el significado del texto. Entonces, se considera un proceso
y no un mero producto final o acto mecánico de descifrado, es intencional no
incidental, interactivo que no depende exclusivamente de lo que el texto dice,
gradual que va construyéndose desde el comienzo y refinándose durante el
proceso y estratégico, orientado al logro de unos propósitos específicos (López & Arciniegas, 2004).
Coincide con los
planteamientos de Díaz Barriga (2004) & Solé (1992), al concebir la
comprensión lectora como una actividad constructiva compleja de carácter
estratégico, donde el lector va interactuando con el texto, en un contexto
determinado, en el cual el lector va construyendo nuevas versiones a partir de
sus conocimientos y experiencias previas. Para esto utiliza todos sus recursos,
estrategias cognitivas como leer, releer, resumir, esquemas, extraer ideas
principales, realizar preguntas, inferencias, entre otras. Todo esto el lector
lo realiza de acuerdo a un propósito, con una intención más o menos explícita,
este propósito puede tener su origen en los propios deseos del lector. Los
propósitos de la lectura determinan las actividades que el lector tiene que
poner en funcionamiento para conseguir los objetivos (Maruga, 2006 citado en Velasco,
2014 & Solé, 1992).
Como se ha expresado
anteriormente, la comprensión lectora es una actividad cognitiva de gran
importancia, donde el lector interactúa de forma activa, dinámica con el texto
y el contexto, va relacionando, infiriendo, analizando el contenido con sus
conocimientos y experiencias previas, construyendo una representación del
contenido. No basta con decodificar la lectura, puesto que ningún texto tiene
un sentido fijo, sino que es el lector quien construye su significado (Argurín
& Luna, 2001 citado en Muñoz, 2015).
Procesos cognitivos implicados en la comprensión
lectora
La comprensión
lectora es una habilidad transversal
para todas las asignaturas y es la principal
herramienta para adquirir conocimiento, la cual
requiere de la participación de varios
procesos cognitivos como atención, percepción, memoria, entre
otros. Comprender es un proceso
interactivo entre el lector y el texto, en el cual el lector construye una
representación mental del significado del texto fruto de la relación que se
establece entre los conocimientos previos
con la información que entrega el texto (Velandia, 2010).
Pero para que se
dé es primordial que los estudiantes hayan alcanzado el desarrollo de una base psicolingüista
adecuada, esto quiere decir la capacidad para efectuar una discriminación
auditiva consciente de sílabas y
fonemas, acompañada de red de contenidos semánticos y una habilidad de
asociación visual- verbal (Bravo, 1999 citado en Jiménez, 2004).
Según García
Madruga, 2006 (citado en Heit, 2012) el resultado de la comprensión lectora es
la construcción de una representación mental del significado del texto, para
lograr eso el lector debe activar y coordinar procesos cognitivos de diferente
nivel como reconocimiento de palabras y acceso léxico, análisis sintáctico,
semántico y pragmático. Para esos procesos es necesario utilizar los
conocimientos previos.
A continuación, se
explican los procesos implicados en el acto de leer:
- Procesos perceptivos corresponde al
emparejamiento entre código de acceso con una representación léxica que se
encuentra en la memoria del lector (Jiménez, 2004). Lo primero que realiza el
lector al leer es mover los ojos mediante un movimiento llamado “sacádicos”, es
decir, saltos con el propósito de extraer la información explícita letras,
sílabas y palabras. La información que
se extrae se almacena en la memoria sensorial llamada memoria icónica donde se
reconoce el patrón visual, después la información pasa a la memoria de corto
plazo donde los datos son analizados y
se realiza el reconocimiento de esa información como una palabra (Jiménez, 2004).
En conclusión, este proceso es primordial, ya que el lector identifica las
letras y palabras que compone el texto.
- Procesos léxicos es cuando el lector ha
identificado las letras que componen la palabra y comienza el proceso de búsqueda y
recuperación del significado de las palabras, o sea el léxico. Existen dos rutas la visual y fonológica. La
ruta visual, directa o léxica es aquella que el lector puede decodificar
cualquier palabra conocida, la cual el lector conoce visualmente mientras que
las palabras desconocidas o
pseudopalabras no las puede leer
porque no están representadas en el léxico visual. La lectura se realiza a gran
velocidad siempre cuando sean palabras conocidas por el lector, es decir, que
estén en su léxico visual. La ruta fonológica
o indirecta es una ruta que todos los lectores desde los que se están
iniciando en la lectoescritura hasta los expertos la utilizan, ya que es
primordial para leer palabras desconocidas.
El lector segmenta la palabra en grafemas y los transforma en fonemas
(conversión g f), una vez que se ha recuperado la pronunciación de la
palabra se acude al léxico auditivo para
recuperar la representación que corresponde con esos sonidos pronunciados y de ahí se pasa a la activación del
significado a través del sistema semántico (Jiménez, 2004).
-Procesos sintáctico para que las oraciones tengan un significado
existen principios de relación entre
palabras, entre frases y entre oración, este principio está dado por la
relación sintagmáticas que permiten la construcción de una estructura
significativa (Velandia, 2010). Esto es afirmado por Cuetos, 1996 quien señala
que las palabras aisladas no transmiten mensajes, aunque sí se puede tener una
representación de ellas, así que para que las palabras puedan transmitir un
mensaje tienen que unirse en unidades superiores, es decir, oraciones (citado en
Jiménez, 2004). Cuando el estudiante está leyendo además de extraer el
significado del texto es importante saber cómo están organizadas las palabras
dentro de la oración, identificando el rol que cumple cada una de ellas.
-Proceso semántico corresponde a la interpretación, comprensión de las
palabras, oraciones, frases del texto, esto quiere decir a la extracción del significado.
Consiste en determinar las relaciones conceptuales entre los elementos de una
frase teniendo en cuenta la importancia de la gramática (Just & Carpenter,
1987 citado en Jiménez, 2004). Para que el estudiante comprenda una oración es fundamental la relación entre lo nuevo (lo
que está leyendo) con los conocimiento
previos acerca del tema.
La lectura en el Modelo interactivo
Comprender un
texto es buscar el esquema o el archivo mental que permite explicar lo leído,
es un proceso constructivo, en el que requiere el esfuerzo del lector para ir
interpretando el significado de un texto (Castelló, 1997 citado en Santiago, Castillo & Morales, 2007 ),
esto quiere decir que la lectura es un proceso en el cual el lector y el texto
juegan un rol primordial, donde dependen el uno del otro, ya que implica una
negociación entre lo que el lector va interpretando y las características del
texto (Castelló, 1997 citado en Santiago, Castillo & Morales, 2007).Otro
elemento esencial es el contexto, es decir, las condiciones donde se lleva a
cabo la lectura.
Por lo tanto, el
sujeto lector, texto y contexto son elementos o componentes primordiales para
el proceso de comprensión lectora. El texto entrega información de tipo
lingüística, textual y discursiva
(Tardif, 1997 citado en Santiago, Castillo & Morales, 2007). A nivel
lingüístico se refiere a nivel de
oración (intraoracional), esta información corresponde al sistema formal de la
lengua, la gramática (Santiago, Castillo & Morales, 2007). Lo textual se
refiere a la coherencia y cohesión interoracionales, es decir, como se integran
o relacionan las oraciones. Por último, a nivel discursivo o pragmático, tiene
relación con la situación comunicativa, el tipo de discurso y las relaciones
entre texto y contexto (Santiago, Castillo & Morales, 2007). Mientras que el contexto tiene relación con
los elementos que rodean el proceso lector, por ejemplo el propósito que tiene
el lector de leer el texto, material o tipo de texto, entre otros. En
definitiva, el lector aporta durante la lectura todos sus conocimientos
previos, procesos mentales, motivación e
interés. Es el elemento primordial en la lectura, ya que es él quien posibilita
la reconstrucción del significado del texto, el cual se recrea a partir de la
interacción de sus conocimientos previos con la información del texto y el
contexto (Santiago, Castillo & Morales, 2007).
El proceso lector,
es un proceso interactivo donde el lector no cumple un rol pasivo que se limita
solo a la decodificación sino a un rol activo, ya que interpreta y/o comprende
lo leído relacionándolo con su conocimientos y experiencias previas. Por lo
tanto, el sentido del texto no está en las palabras u oraciones, sino en la mente del lector, cuando
va construyendo el texto en forma significativa
y activa, fruto de la relación entre los conocimientos previos con la
información que suministra del texto (Velandia, 2010).
El modelo
interactivo está basado en el modelo psicolingüístico Goodman, 1982, proceso activo en el cual los niños y niñas integran sus conocimientos previos con la información del texto para lograr
nuevos aprendizajes y la teoría de
esquemas de Heimlich y Pittelman, 1991, en la cual señala que la información
contenida en los textos se integra a los conocimientos previos del lector e
influye directamente en su proceso de comprensión, proceso mediante el cual el
lector trata de encontrar la
configuración de esquemas apropiados para explicar y comprender el texto leído (Eliash, 2007).
Este modelo
involucra aspectos de los procesamientos ascendente y descendente. El modelo
ascendente es un proceso secuencial, jerárquico ya que se inicia en la grafía, sube hacia la letra,
palabra, frases, párrafo y texto; lo principal es el reconocimiento y la
decodificación (Jiménez, 2004). Este modelo se enfatiza en el texto, no en el
lector ni en los conocimientos previos, solo se preocupa del resultado que es
la comprensión del texto. Mientras que el modelo descendente también tiene un
procesamiento serial y jerárquico, pero va desde el lector y va bajando hacia
el texto, párrafo, frase, palabra, letra y grafía (Jiménez, 2004).Otra
característica es que el lector cumple un rol primordial al igual que los
conocimientos previos que posee. Por lo cual, el modelo interactivo involucra
aspectos de los dos procesamientos anteriormente señalados, ya que para
comprender deben participar e interactuar el lector, conocimientos previos y texto.
En definitiva, hay
que entender la comprensión lectora desde un modelo interactivo, participativo,
donde se pone en juego el texto y el lector, en el cual el lector para
interpretar el mensaje debe tener un rol activo y participativo donde debe
activar y relacionar con sus conocimientos previos.
Metacognición como capacidad de autoconocimiento
Cuando se menciona
el término metacognición hace alusión a los conocimientos que tiene la persona
acerca de su propia cognición, lo que le permitirá prever acciones y anticipar
ayudas para mejorar su rendimiento académico y también poder resolver problemas
que vaya enfrentando. Es respaldado con la definición de Mateos quien señaló
que la metacognición es el conocimiento que uno tiene y el control que uno
ejerce sobre su propio aprendizaje y, en general, sobre la propia actividad cognitiva. Tiene
relación con aprender a aprender (Mateos, 201 citado en Heit 2012). Al igual
Flórez, (Flórez, 2000 citado Muñoz, 2015) se refirió a la metacognición como el
conocimiento que las personas tienen sobre su propia cognición, motivándolas a prever
acciones y a anticipar ayudas para mejorar su rendimiento y resolver mejor los
problemas. Esto quiere decir que los niños y niñas que son capaces de autorregular
su proceso, podrán comprender y resolver de manera eficiente la tarea.
Esto es reafirmado
por Pinzás quien señaló que “La metacognición es el conjunto de procesos
mentales que utilizamos cuando guiamos la manera como llevamos a cabo una tarea
o una actividad. Esta tarea o actividad puede ser leer un cuento, hacer un mapa
conceptual, escribir un relato, redactar una monografía o un ensayo, solucionar
ejercicios matemáticos, hacer una presentación en público, enseñar una clase,
trazar un mapa, investigar un tema en una enciclopedia, etcétera. La
metacognición nos sirve para guiar nuestra ejecución con el fin de hacerla de manera
más inteligente, comprendiendo bien lo que hacemos y controlando nuestras
estrategias” (Pinzás, 2006: 25 citado en Alcalá, 2012).
En base a las
definiciones anteriormente expuestas, se puede señalar que la metacognición
corresponde al conocimiento que se tiene sobre la propia cognición y la
regulación que se ejerce sobre la misma (Flavell, Baker, Brown y Nickerson,
citado en Flórez, Torrado, Arévalo, Mesa, Mondragón & Pérez, 2005). Se
puede desprender que en la metacognición existen dos componentes que la
caracterizan que corresponde al conocimiento
y control, ambos se interrelacionan. Cuando se menciona conocimiento, se
refiere al conocimiento que se tiene acerca de sus propios procesos
cognitivos y cómo influyen al
enfrentarse en una tarea. El segundo componente es el control metacognitivo, el
cual hace referencia con la regulación de la cognición, planificación,
supervisión y evaluación del plan de acción, desde la selección de estrategias
hasta su ejecución.
La metacognición
tiene relación entre lo que el sujeto sabe y lo que logra realizar para
solucionar un problema o una tarea propuesta, esto quiere decir, la regulación
de la cognición y del aprendizaje (Flórez, 1999 citado en Quaas, Ascorra &
Bertoglia, 2005). Es decir, ser
consciente, conocer los propios procesos cognitivos y autorregularlos.
Por lo tanto, la
metacognición se podría definir en dos sentidos, como conocimiento de los
procesos cognitivos y su función auto- reguladora de esos procesos (Burón, 1997
citado en Velandia, 2010). Un estudiante metacognitivo tendrá un rol activo
dentro de su proceso de aprendizaje, teniendo conocimiento y control de sus
procesos cognitivos, esto quiere decir, que será consciente de lo que comprende
y de lo que no, que estrategia utilizar, replantearse la estrategia utilizada,
supervisar todo el proceso que conlleva comprender, optimizar sus recursos para
alcanzar el objetivo planteado, reflexionar el por qué, para qué, cómo de las
cosas, etc.
Relación entre metacognición y comprensión lectora
Potenciar la
metacognición en los estudiantes es desarrollar y fortalecer la autonomía,
conciencia, control y/o autorregulación de sus propios procesos cognitivos, con
el propósito de conducir a un “aprender a aprender”, esto quiere decir, a
autodirigir su propio proceso de aprendizaje y transferirlos a otros ámbitos de
la vida (Osses & Jaramillo, 2008). Es fundamental, ya que la escuela debe
tener como objetivo principal guiar, educar y mediar para formar estudiantes
autónomos, reflexivos, críticos, que conduzcan a “aprender a aprender” y promuevan
la transferencia de los contenidos al ámbito cotidiano.
Por lo cual la
reflexión, autocontrol, autorregulación, autonomía y autoconciencia, que favorece
la potenciación de la metacognición, permite generar aprendizajes significativos
en las diferentes asignaturas, ya que se involucran activamente en todo su
proceso de aprendizaje, no tienen un rol pasivo y su proceso de aprendizaje no
es una reproducción memorística.
Numerosas
investigaciones y estudios (Flórez- Romero, 2005; Heit, 2012; Quaas, Ascorra y
Bertoglia; 2005) avalan la relación significativa y potenciadora que existe entre
metacognición y comprensión lectora. Trabajar con la metacognición favorecerá
significativamente la comprensión, ya que los estudiantes poseerán mayor
conocimiento y control de sus procesos cognitivos, planificando, supervisando,
evaluando y reflexionando en torno a las diferentes estrategias que está
utilizando para lograr el objetivo planteado.
Muchas veces los estudiantes
leen de forma mecánica y finalizan la lectura sin comprender nada de lo que leyeron,
esto sucede porque no fueron consciente del proceso que conlleva comprender, no
utilizaron estrategias cognitivas ni metacognitivas que le ayudaran en su comprensión,
no planificaron, supervisaron y evaluaron todo el proceso, es decir, no hubo
metacognición.
Minnick, 1994
(citado en Alcalá, 2012) señaló en la lectura, una de las actividades
autorregulatorias más importante es la verificación de la comprensión lectora,
que implica decidir si hemos entendido (evaluación) y dar los pasos apropiados
para corregir los problemas de comprensión que se hayan percibido. Por lo
tanto, si se potencia la metacognición los estudiantes serán capaces de
autorregular su comprensión y su aprendizaje, pudiendo mejorar los resultados
académicos, ya que existen relaciones positivas con el uso de estrategias,
tanto cognitivas como metacognitivas (Valle et al. 2009, citado en Cuevas,
2014).
Por lo tanto, la
comprensión es un proceso complejo, donde es necesario la participación
consciente de la persona, para eso es primordial potenciar la metacognición, ya
que el estudiante tendrá un rol activo, participativo, reflexivo de su propio
proceso de aprendizaje, seleccionando, evaluando y replanteando la estrategia
utilizada. Brown, 1980 (Jiménez, 2004)
señaló que entender el contenido de un texto sería un ejemplo de comprensión,
mientras que explicar los pasos y procesos que conlleva la comprensión, sería
metacognición.
En conclusión, la
relación entre metacognición y comprensión lectora es indudablemente
potenciadora ya que conduce a un aprender a aprender, lo cual es primordial, ya
que la lectura es una habilidad transversal, que permite conocer y entender el
mundo que nos rodea. Esto quiere decir que la metacognición es un camino viable
para lograr un desarrollo pleno de la autonomía de los estudiantes reflejándose
en aprendizajes que trasciendan el ámbito escolar (Velasco, 2014) y permitan
mayor consciencia y control de los procesos implicados en la comprensión del
texto (Madariaga & Martinez-Villabeita, 2010, citado en Gutiérrez &
Salmerón, 2012). Los estudiantes adquieren un rol protagónico de su
aprendizaje, tomando decisiones de qué, cómo y para qué leer un determinado texto
y el docente un rol mediador, incentivando espacios de reflexión, diálogo,
crítica, etc.
Estrategias metacognitivas
Son estrategias
para aprender y enseñar a pensar. Su principal objetivo es que el estudiante
tome conciencia de su propio proceso de aprendizaje y pensamiento y que sea él
mismo quien planifique, supervise y evalúe el proceso (García, 1994). Es decir,
estas estrategias potencian y fomentan la posibilidad para que el estudiante
sea consciente de su propio proceso de aprendizaje, de lo qué entiende y que no
comprende.
Por lo tanto, el
objetivo de la estrategia metacognitiva es autorregular la comprensión a partir
de la planificación, monitorización y evaluación de la lectura. Lo cual tiene
estrecha relación con los tres momentos de la lectura que son antes, durante y
después de leer. El lector metacognitivo es capaz de planifica la tarea de
lectura, de supervisar si está comprendiendo y adoptar diversas estrategias
para optimizar el proceso (Solano et al., 2005 citado en Cuevas, 2014). Los
buenos lectores antes de leer se aseguran de saber por qué están leyendo y
tiene claro que quieren conseguir con la lectura (Solano, et al., 2004 citado
en Cuevas, 2014).
Para lograr dicho
objetivo, hay una serie de tareas que se debe mediar y potenciar en los
estudiantes durante el proceso lector, las cuales son las siguientes (González,
2009):
Planificación
- Leer el título del texto. Esta tarea
consiste en que los estudiantes leen el título como también los subtítulos del
texto. Luego se les pide que establezcan el plan de acción para llevar a cabo
la lectura, para realizar ese plan de acción es importante que tengan en cuenta
el tipo de texto que están leyendo, los conocimientos previos que tienen acerca
del tema, los sentimientos que provoca en ellos el tema y los objetivos que
persiguen de la lectura. Los objetivos
es algo primordial ya que no es lo mismo
leer un texto para resumirlo que tener que hablar de él en un debate. El
objetivo de esta tarea es que los estudiantes puedan dar ideas acerca del
texto, anticipar y prever de lo que se puede tratar, así como activar y
relacionar el contenido del texto con sus conocimientos previos. Además el plan
de acción y los objetivos son herramientas primordiales que utilizará durante
todo el proceso lector y que permitirá la regulación constante del proceso.
Supervisión y/o
monitorización
- Lectura global del texto. Esta tarea consiste en leer por primera vez el texto,
a medida que leen van a ir siendo conscientes de las palabras o frases que no
comprenden. En el caso de que no comprendan una palabra se les puede sugerir
que intenten comprenderla en base al contexto donde está escrita la palabra o
buscar ayuda en un diccionario. El objetivo que persigue esta tarea es que los
estudiantes puedan comprender el todo del texto, con el propósito de hacerse
una idea global o general de lo que se trata la lectura. Esta tarea está
vinculada con la anterior, ya que si hay una vinculación entre las ideas puede
ser indicador de que se está comprendiendo el texto y verificar el grado de
aproximación o alejamiento de los objetivos del plan de acción.
- Lectura detenida de cada párrafo. La tarea consiste en leer cada párrafo y extraer la
idea central. Para llevar a cabo esta actividad los estudiantes pueden buscar
un título de una o dos palabras que reflejen la idea principal del párrafo. Con
esta tarea el estudiante es capaz de determinar la idea central de cada párrafo,
los aspectos importante como la temática global del texto.
- Seleccionar ideas principales y buscar relaciones
existentes entre ellas. Esta tarea
consiste en que los estudiantes identifiquen las ideas principales y
secundarias del texto. Cuando se habla de idea principal hace referencia
aquella idea que si se omite en el texto
hace incomprensible el significado del párrafo, mientras que la idea secundaria
suele completar o ser un ejemplo de la idea principal y de ser omitida no
altera sustancialmente el significado del texto. Luego se establece la relación
que existe entre las ideas seleccionadas. El objetivo principal de la tarea es
diferenciar entre las ideas relevantes de aquellas que siendo omitidas no
alteran el significado global del texto. También es una herramienta que ayuda
al estudiante a darse cuenta si se está alejando del objetivo planteado al
principio y ser consciente de si está comprendiendo el texto, porque compara
los títulos seleccionados en la tarea anterior con las ideas principales que se
identifiquen en esta tarea. La coincidencia entre ambos puede ser indicador de
que se está comprendiendo el texto, en caso contrario identificar la
dificultad, buscar la solución antes de seguir avanzando.
- Reconocer la estructura del texto. En esta tarea el estudiante debe identificar la
estructura de del texto, para eso previamente se debe haber enseñado los
diferentes tipos de textos y sus estructuras, mostrando ejemplos. El objetivo
de esta tarea es que en base a la estructura del texto el estudiante se
beneficie para saber cómo organizar y asimilar la información que se puede
obtener del él.
- Localizar los componentes que integran la estructura
del texto. Esta tarea consiste en identificar los
distintos elementos que integran la estructura del texto, como por ejemplo si
el texto expone una comparación, los estudiantes deben identificar cuáles son
las ideas, conceptos que se están comparando. El objetivo de la tarea es que
los estudiantes utilicen la estructura del texto para organizar, predecir y
asimilar la información que transmite el texto. También permite al estudiante
ir supervisando su comprensión lectora, ya que podrá comprobar si existe una
relación entre la estructura de alto nivel del texto con las ideas principales y
títulos que fueron identificados en las tareas anteriores.
- Elaborar un resumen del texto. Esta tarea consiste en realizar un resumen del texto.
El objetivo de esta tarea es que los estudiantes en base al resumen el cual se
apoyarán y relacionarán con la información extraída en las tareas anteriores,
permitirán verificar el grado de comprensión del contenido leído.
- Formular preguntas sobre el texto. Esta tarea consiste en que los estudiantes se formulen
preguntas las cuales pueden ser explícitas o implícitas. Esto se puede ir
realizando en el momento en que el lector va avanzando en su lectura, ya que le
permitirá ir verificando si está comprendiendo o el grado de recuerdo del
contenido. Además es una herramienta útil para comprobar si los objetivos o el
plan acción trazado al inicio del proceso lector, fueron efectivos.
Evaluación
- Autoevaluar la comprensión Esta tarea consiste en que los estudiantes evalúen la
comprensión del texto, siendo consciente si hay alguna parte del texto que debe
ser releída para comprenderla, modificando la estrategia utilizada.
A continuación, se
detallan estrategias metacognitivas más usadas en el proceso de lectura:
Predicción y verificación (PV) Predecir el contenido de una historia promueve la
comprensión, ya que proporciona al lector un propósito para la lectura. Ir
evaluando las predicciones y realizar nuevas potencia la naturaleza
constructiva del proceso de la lectura (Rodríguez, 2004 citado en Velandia,
2010). Esta estrategia se utiliza durante todo el momento del proceso lector,
es decir, antes, durante y después de la lectura. Además implica la activación
y el uso de conocimiento previo, ya sea relacionado con el tema del texto o el
conocimiento sobre la organización estructural del texto (Rodríguez, 2004
citado en Velandia, 2010). Se trata de relacionar eso que se sabe y conocemos,
como descifrar códigos, comprender significados, establecer relaciones
semánticas, con aquello que se va a aprender. El realizar predicciones
contribuirá en gran medida a hacernos una idea de lo que se va a encontrar y
disponer la mente hacia el nuevo conocimiento facilitando los procesos de
comprensión (Jiménez, 2015).
Revisión a vuelo de pájaro (RVP) La prelectura del texto facilita la comprensión a
través de la activación del conocimiento previo y proporciona información para
las predicciones (Rodríguez, 2004 citado en Velandia, 2010). Esta estrategia se
utiliza para buscar determinada información, por ejemplo una palabra en el
diccionario, un nombre en la guía telefónica, etc. Es importante señalar que
esta estrategia se utiliza antes de leer, porque se realiza una visión panorámica
del texto para luego centrarse en la decodificación y comprensión del texto.
Establecimiento de propósitos y objetivos (EPO) Establecer un propósito va a promover una lectura
activa y estratégica (Rodríguez, 2004 citado en Velandia, 2010), porque
determina la forma en como el estudiante se va a dirigir al texto, como va a
regular todo el proceso de lectura y evaluar dicho proceso, es decir, va a
tener un rol activo durante todo el proceso de lectura comprensiva. Según Díaz
y Hernández 1998 (citado en Velandia, 2010) son cuatro los propósitos que tiene
un estudiante para la comprensión de un texto: leer para encontrar información
específica o general; leer para actuar,
seguir instrucciones; leer para demostrar que se ha comprendido un contenido y
leer comprendiendo para aprender.
Autopreguntas (AP) Esta estrategia también promueve una lectura activa,
porque el estudiante va formulando preguntas durante todo el momento del
proceso de lectura, lo que genera un interés, control y participación activa
del proceso de comprensión. Es primordial potenciar y mediar a los estudiantes
a que se hagan autopreguntas que vayan más allá de lo explícito, sino de lo
implícito, reflexivo y crítico del texto.
Uso de conocimientos previos (UCP) El conocimiento previo es lo que tiene almacenado en
el esquema cognitivo cada persona, sin este conocimiento, sería imposible
comprender o encontrar un significado a lo que se está leyendo, ya que no se
tendría los elementos para poder interpretarlo o para construir alguna
representación (Díaz & Hernández 1999 citado en Velandia, 2010).
Resumen y aplicación de estrategias definidas (RAE) Resumir el contenido que se está leyendo sirve como
una forma de controlar y supervisar la comprensión de lo leído.
Inferencias
El lector realiza una lectora global del contenido, lo que permitirá encontrar
la información que no está dicha explícitamente en el texto, esto requiere del
desarrollo de las competencias interpretativas y deductivas, ya que los textos
al permitir la generalización facilitan la suposición de situaciones, además de
dejar entre líneas contenidos que ayudan a las conclusiones finales (Jiménez,
2015). Por lo tanto lo inferencial es descubrir la información que no está
explícita en el texto, se puede comprender en base a las deducciones de las
ideas y pistas que va dejando el texto. Esto se realiza durante y después de la
lectura, ya que el lector durante todo el proceso lector está tratando de
comprender aquello que no aparece textual. En definitiva las inferencias le
permiten al lector vincular la información a la que progresivamente va teniendo
acceso con partes anteriores de texto y con otros contenidos que recupera de su
propia memoria (Díaz & De Vega, 2003 citado en Jiménez, 2015).Es decir, va
relacionar lo nuevo con sus conocimientos previos.
Proposición Las
reflexiones pos lectura se realiza mediante actividades como debates,
resúmenes, mapas conceptuales, esquemas o mesas de discusión donde exponen sus
comentarios que permitan ver la comprensión del texto, además potenciando el
pensamiento crítico. Por lo cual, la
producción oral y/o escrita es primordial ya que mediante esto se puede
verificar la real comprensión del contenido, en ésta se refleja la capacidad
del sujeto de expresar y simbolizar su pensamiento (Jiménez, 2015). Ya que toda
lectura debe dejar huella en quien la realiza posibilitando la reformulación de
sus saberes y la creación de nuevas hipótesis que potencian su desarrollo
cognoscitivo (Santiago, 2005, Jiménez, 2015).
A modo de
corolario podemos volver a relevar le importancia de la comprensión lectora
recurso pedagógico puesto a la base de otros procesos más complejos de
aprendizaje, como el acercamiento a la ciencia e, incluso, a la matemática.
Todo ello, no cabe duda, asociado al desarrollo de una habilidad superior y
autorreguladora, como lo es metacognición. Esta metacognición es,
probablemente, la herramienta cognitiva más transformadora dentro de todas las
que ofrece una educación de calidad.
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